Y al fin, ha llegado el momento. Ha llegado el momento en que les presente al gran Mike Oldfield (Miguelito CampoViejo para los amigos) que para el asombro de algunos, a sus cortos 17 años compuso esta obra de arte en forma de campanas tubulares.
Tubular Bells fue dado a luz en 1973, y aunque siendo el primer disco de este “Señor Orquesta” (son más de 20 instrumentos presentes en el disco, prácticamente todos tocados por el) es considerado el punto más alto de su carrera, dejando un legado de décadas (su éxito aún sigue vigente) y en lo personal, poco a poco, se ha ido convirtiendo en mi héroe.
Quizás lo recuerden porque los primeros minutos de este disco fueron usados como tema principal de la película “El Exorcista” pero, sin duda, es un disco lleno de magia, locura y originalidad por donde se le mire, nos hace viajar a diferentes mundos en cada sección, junto con una explosión de instrumentos y melodías que atraparían a cualquiera que estuviera desprevenido.
Tubular Bells Pt. 1:
Tengan cuidado, no se dejen engañar y no subestimen este comienzo solo porque sus primeros 4 minutos evocan las imágenes de Regan rotando su cabeza en 360º, su estallido de gloria en el minuto 4:15 podría sorprender a cualquiera que creía que esta era solo una mera melodía de terror. Pasando por la lluvia de estrellas del minuto 5:23 nos encontramos con una distorsión que altera perfectamente la suavidad anterior. Comenzando desde el minuto 9:38 es imposible no dejarse llevar por esa sutil melancolía, inundada de guitarra, piano y flageolet, haciéndonos volar hasta la nube más alta y no querer descender hasta el minuto 11:28 en la que caemos dentro de este par de guitarras de sonido envolvente, siendo esta una de mi secciones favoritas del disco. A partir del minuto 17:20 comienza lo que seria una de las partes más destacadas del disco, esta nos prepara a través de una melodía de fondo, que se repite una y otra vez, mientras Vivian Marshall, convirtiéndose en un maestro de ceremonias en esta parte del disco, presenta uno a uno los instrumentos que poco a poco se van integrando a este sonido de fondo, y así, nos conduce hasta su momento culmine, diciendo con su acento británico “plus… Tubular Bells!” inundado nuestros oídos con ese sonido metálico responsable del título del disco.
Tubular Bells Pt. 2:
Comenzamos tímidamente, con una suave melodía que nos invita a viajar a ese lugar que nos da tranquilidad, mientras poco a poco van avanzando los segundos, volviéndose más dinámica, y aunque esto ocurre mientras se les van agregando unos cuantos instrumentos a la melodía, no altera esa suavidad que lo caracteriza hasta el minuto 8:48, en la que comienza a tornarse un ambiente algo dramático, que aumenta a medida que llega al minuto 11:40, en la que se vuelve más tenso incluso hasta un poco tosco y no sabremos el porque hasta el minuto 11:54, con Oldfield haciendo sonidos particulares con su voz, mostrándose burdo y arcaico, “Piltdown Man” forma también una de las partes más destacadas del disco, la cual es bastante duradera y solo se altera hasta el minuto 16:48, en la que escapamos de ese mundo cavernario para volver a encontrarnos en un lugar tranquilo y apacible. El mejor consejo que puedo darles es que cierren sus ojos, y déjense elevar en este espacio que Mike ha creado para nosotros, porque prontamente, en el minuto 21:43 descenderemos súbitamente a la cubierta de un barco marinero, y aunque suene raro, así es The Sailor’s Hornpipe, una melodía tradicional marinera, muy similar a la presente en “Popeye”, y que va aumentando gradualmente a una velocidad inesperada, llegando así, a culminar este disco.
Obviamente me faltaron varias partes, las cuales estarán a su propio criterio ya que encerrar este disco en mi única opinión, sería un insulto, una herejía y propia de un castigo inquisidor.
En fin, disfruten y alucinen!
País: Inglaterra
Año: 1973
Integrantes: Mike Oldfield (casi todos los instrumentos)
Junto a colaboradores como:
Junto a colaboradores como:
Jon Field; Flautas
Mundy Ellis; Voces
Sally Oldfield; Voces
Steve Broughton; Baterías
Sally Oldfield; Voces
Steve Broughton; Baterías